Graves fallas en la ejecución de la nueva planta de tratamiento de agua potable ponen en riesgo la salud de miles de ciudadanos. El proyecto fue financiado con recursos de regalías.
La Contraloría General de la República encendió las alarmas en el municipio de Ipiales, Nariño, tras detectar un hallazgo fiscal por $18.855 millones en el proyecto de construcción de la nueva Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) y optimización del sistema de acueducto, financiado con recursos del Sistema General de Regalías. Según una Auditoría de Cumplimiento realizada en el primer semestre de 2025, el proyecto presenta serias deficiencias técnicas, administrativas y ambientales que no solo comprometen la correcta inversión de los recursos públicos, sino que ponen en riesgo la salud de la población.
El informe detalla que los diseños fueron incompletos, hubo reformulaciones injustificadas, no se intervino la planta existente y no se realizó una caracterización actualizada del agua. Además, persisten fallas en el tratamiento del recurso hídrico, que continúa siendo potencialmente contaminado. La Contraloría advierte que el proyecto no garantiza agua potable segura, lo que convierte esta obra en un ejemplo crítico de mala gestión pública. Las autoridades deben asumir responsabilidades y tomar medidas urgentes para corregir el rumbo.
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