La comunidad pide apoyo urgente del Gobierno para frenar el fuego que pone en riesgo fuentes de agua y biodiversidad en Cundinamarca
El municipio de Nilo, en Cundinamarca, vive momentos de angustia por un incendio forestal que se inició el jueves 11 de septiembre cerca de la Base Militar Aérea de Tolemaida. Las llamas, que ya consumieron el cerro de la Palmita, avanzan con rapidez hacia sectores habitados, encendiendo las alarmas en comunidades rurales. Según los reportes iniciales, el fuego habría sido causado por las altas temperaturas de la temporada y por actividades humanas en la zona.
Los habitantes de la vereda San Bartolo y del casco urbano de Nilo están en máxima alerta, pues el incendio amenaza con afectar la provisión de agua potable, la seguridad de cientos de familias y la estabilidad de ecosistemas de gran valor ambiental. Las autoridades locales advierten que, de no contenerse a tiempo, el impacto será devastador.
Campesinos de la zona intentaron contener las llamas en los primeros momentos, pero la compleja geografía del área ha dificultado cualquier acción efectiva. Ante esta situación, líderes comunitarios han hecho un llamado urgente a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), a los Bomberos de Cundinamarca, al Ejército Nacional y a la Fuerza Aérea Colombiana para reforzar las labores de control. Piden especialmente la intervención con aspersión aérea para frenar el avance del fuego.
El incendio no solo amenaza a la población, sino que también pone en grave riesgo fuentes hídricas y áreas de conservación ambiental. Entre las zonas afectadas se encuentran un Banco de Hábitat de más de 124 hectáreas y una Reserva Natural de la Sociedad Civil que protege ecosistemas como el bosque seco tropical y el bosque húmedo premontano. Su pérdida representaría un daño ambiental de difícil recuperación.
El impacto social también es significativo. La destrucción de estos ecosistemas comprometería los medios de vida de las comunidades rurales que dependen del agua, el suelo fértil y la biodiversidad de la región. Líderes locales insisten en que se trata de una emergencia que requiere atención prioritaria, pues cada minuto que pasa incrementa el riesgo de daños irreparables.
La comunidad de Nilo y de la vereda San Bartolo reitera su petición al Gobierno Nacional y Departamental para que actúen de inmediato. “Estamos defendiendo la vida, el agua y el futuro de nuestra región”, señalaron los habitantes, quienes insisten en que la rapidez en la respuesta será determinante para proteger tanto los ecosistemas como los hogares campesinos que hoy se ven amenazados por el fuego.
⇒Foto: Caracol Radio
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