La nueva actualización del sistema operativo bloquea los métodos para evitar el uso obligatorio de una cuenta de Microsoft, generando preocupación entre los usuarios que prefieren configuraciones locales.
Usar Windows 11 sin una cuenta de Microsoft será pronto una tarea imposible. La compañía ha decidido cerrar definitivamente las brechas que permitían configurar el sistema operativo con una cuenta local, lo que convierte este requisito en una obligación para todos los usuarios. Con esta medida, Microsoft busca reforzar su ecosistema conectado, aunque a costa de la libertad de configuración.
El cambio llega con la build KB5065797, disponible en el Canal de Desarrolladores del programa Windows Insider, donde se confirma que las soluciones alternativas utilizadas para omitir el inicio de sesión con una cuenta en línea han sido eliminadas. La empresa argumenta que estas “puertas traseras” interferían con el proceso de configuración, dejando algunos dispositivos incompletamente preparados para su uso.
“Estamos eliminando los mecanismos conocidos para crear cuentas locales durante la configuración inicial de Windows (OOBE). Los usuarios deberán completar este proceso con conexión a internet y una cuenta Microsoft para garantizar que el dispositivo quede configurado correctamente”, explicó la compañía en su blog oficial.
La medida no sorprende del todo. Microsoft lleva varios años empujando a los usuarios hacia la integración total con su ecosistema digital. En Windows 10 ya se insinuaba esta tendencia, y con Windows 11 la presión se ha intensificado, especialmente con la integración de servicios como OneDrive, Office 365 y Microsoft 365, que dependen de una cuenta conectada.
Hasta ahora, muchos usuarios recurrían a comandos como “bypassnro” o “start ms-cxh:localonly” para crear una cuenta local durante el proceso de instalación. Sin embargo, estos métodos han sido desactivados en las nuevas versiones, reiniciando la configuración si se intenta utilizarlos.
Aunque la comunidad tecnológica ya explora nuevas formas de evitar esta obligación, Microsoft ha dejado claro que su intención es cerrar todas las posibles brechas. Así, el futuro de Windows 11 apunta a ser totalmente dependiente de la nube y las cuentas de Microsoft, dejando atrás la era de las configuraciones locales y el uso independiente del sistema operativo.
Foto: Hipertextual
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