La empresa ha hecho un llamado a las autoridades para que se agilicen las obras y se mantenga la vía en condiciones aceptables.
La Gran Vía se ha convertido en un "dolor de cabeza" para las comunidades de Villa Campestre y La Playa, debido al crítico estado de las vías provisionales, situación que afecta directamente al transporte público.
La empresa Sobusa advirtió que podría modificar su ruta, afectando el sector entre la Universidad del Norte y el Centro Comercial Le Champ, si no se mejoraba un tramo calificado como "impasable" y lleno de "puro fango". Jhon Jairo Ospina, jefe de operaciones de Sobusa, indicó que 10 vehículos sufrieron daños por la absorción de agua, que alcanzó casi un metro de altura.
Tras la advertencia de la transportadora, el contratista, Consorcio Corredor Vial UND F2, realizó trabajos de emergencia para evacuar el agua y emparejar la vía, lo que permitió a Sobusa mantener provisionalmente el servicio. Sin embargo, la amenaza de modificar las rutas de la Carrera 54, Granabastos Calle 72 y Silencio sigue latente si las lluvias vuelven a deteriorar la vía. Sobusa ha hecho un llamado a las autoridades para que se agilicen las obras y se mantenga la vía en condiciones aceptables.
Ante las quejas, la Gobernación del Atlántico se pronunció a través de Mario Segura, subsecretario de Vías, asegurando que se está haciendo "vigilancia y seguimiento efectivo" a la obra. El funcionario invitó a todos los sectores, incluida la empresa de transporte, a participar activamente en las mesas de trabajo junto a Edubar para mitigar los efectos de la construcción sobre la transitabilidad del sector.
Escrito por: Wilmer Javier Barrios.